miércoles, 22 de mayo de 2013

Habemus containers (capítol III)

Imatge cedida amablement per Josep Canal
... I al final els contenidors hi seràn. Sembla que no s'haurà de tornar la subvenció a la Unió Europea, ni tampoc s'haurà de replantejar el seu ús com proposava el PSC (si és que això era possible). I tot això, com senyalava el company Jordi Navarro, sense obrir un debat sobre la gestió de residus a Girona, tema que porta anys d'endarreriment respecte a altres països.

Però per a fer-ho possible, hem vist fer-se realitat un autèntic "pacte molotov" entre dos faccions teòricament enemistades: CiU i PPC.

Què curiòs que a la seva propaganda CiU sempre parli d'estar enemistada amb el PP, però que després a la hora de la veritat sigui el seu aliat més valuòs a l'hora d'aprobar les seves mocions. I què curiòs també que la propaganda convergent ens digui que les retallades són inevitables perquè Espanya exigeix uns objectius de dèficit molt durs, i després resulti que Catalunya sigui precisament la comunitat amb la qual s'està siguent més flexible amb el deute, fins al punt de què els barons regionals del PP estan protestant molt enèrgicament, exigint una paciència semblant envers les seves autonomies. 

I a què és degut tot això? Doncs molt senzill tot plegat. CiU és el PP amb barretina. La flexibilitat amb el dèficit del govern de la Generalitat no és pas una novetat, i de fet, gran part del dèficit inhumà que pateix la nostra administració es va gestar durant l'anterior govern tripartit. El PSOE va tenir una mànega molt ampla amb el PSC, que no va tenir cap mena de pudor a l'hora d'aplicar una "inauguritis" populista (molt esmoladament parodiada en el Polònia d'aquella època), i de mentres montaven el teatre dels "enfrontaments" entre el PSOE i el PSC. I ara, veiem com el PP i CiU fan la comèdia al mateix estil, repetint la qüestió del sobiranisme una vegada i una altra, i d'aquesta manera fent veure que són enemics irreconciliables, però a l'hora de la veritat treballant colze amb colze per un objectiu comú.

Que ningú dubti què si CiU aconsegueix un pacte fiscal millor que l'actual, el sobiranisme quedarà soterrat per sempre més. Qui vulgui pensar que l'actual govern convergent ha engegat el camí sense retorn cap a la independència, certament envejo la seva fe. Però és necessari bastir el teatre electoral d'enfrontaments falsos per tal de tenir content al públic. Panem et circenses.

I els contenidors en realitat són el símbol de qüestions molt més profundes. Amb aquesta polèmica tan mediàtica hem vist encarnar-se realitats molt crues del nostre municipi, com el fort partidisme de les candidatures majoritàries, i la manca  total d'atenció envers les propostes provinents de candidatures amb representacions més petites. I el conflicte crec que no quedarà soterrat.

Ja és el meu tercer article parlant del tema dels contenidors, i dubto que sigui l'últim (a menys que l'assumpte "containers" sigui una trilogia, a l'estil del cinema dels anys 80). M'encantaria no haver de parlar més amb una bona temporada de contenidors, que a fi de comptes són magatzems de merda. I parlar de merda després de dinar no és lo més agradable del món, certament.

Ara sí, només esperem que la part extra que ha de sortir dels nostres impostos per a renovar els famosos contenidors no s'allargui més enllà del què ens han dit. Tot i que un dels principals patiments que hem de tenir, com va assenyalar ICV, és que aquests contenidors tinguin una vida útil bastant curta...

ECG.

martes, 21 de mayo de 2013

Grandes teóricos y hombres de acción


En primer lugar, me gustaría agradecer a todas las lectoras y lectores las aportaciones derivadas del último artículo, y lo cierto es que me ha sorprendido positivamente que halla habido tantas reacciones a mi artículo en diversos grupos de debate del facebook.

Pero de todos los debates que se han generado, el más largo e interesante es el que tuvo lugar en el grupo de Unión por la Tercera República, en el cual hubo aportaciones diversas, pero donde dos tertulianos encarnaron dos posicionamientos que creo que son un fiel reflejo de lo que ha sido la mobilización política en general: el posicionamiento más teórico-intelectual, y el posicionamiento más práctico y basado en la actuación.

Es un debate que en múltiples ocasiones a lo largo de la historia se ha dado. El antagonismo entre los considerados como grandes teóricos e intelectuales, con preciosas reflexiones y análisis, respecto a los hombres de acción, apreciados debido a que se ganaban el respeto no con palabras sino con hechos, ha sido generado a menudo entre seguidores de ambas tendencias. El año pasado vi no pocos debates en grupos del facebook entre defensores y detractores del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez

Gordillo (reconozco que en aquellos tiempos yo me hallaba entre los segundos, pero más adelante rectifiqué), y el punto de desacuerdo era precisamente ese. Muchos vieron a Gordillo como, efectivamente, un hombre de acción, y por ello hubo críticas profundas y bastante gratuitas hacia la figura de Julio Anguita, catalogándolo de intelectual que no pisa la calle. También a menudo se han visto descalificaciones similares entre estalinistas y
trotskistas, considerando los primeros a los segundos como intelectuales alejados de la realidad. Y actualmente,  la imagen que se tiene de muchos políticos de izquierdas es precisamente esa: la de grandes intelectuales, grandes teóricos, pero que desconocen la realidad de la calle por no haberla vivido en sus propias carnes.


De hecho, en los comicios electorales de los últimos años han salido candidaturas minoritarias como setas, muchas de ellas fruto de fusiones de partidos históricos y minoritarios, todas intentando hacerse un hueco en el podrido espacio electoral para lograr algún tipo de cambio. Parecía que el descrédito
hacia la clase política y los partidos mayoritarios podía ser suficiente para que estas candidaturas tuvieran la oportunidad de demostrar que existen alternativas, y pueden construirse, pero todas estas candidaturas se quedaron en agua de borrajas. Y el problema fue precisamente ese: la gran mayoría de las candidaturas minoritarias (por no decir todas ellas) eran fruto de grandes debates y de excelentes ideas, y estaban formados por grandes intelectuales, pero dichos partidos desaparecían del mapa cuando dejaba de haber comicios. Sus reuniones se producían de pascua sanjuán, y sólo se les volvía a ver en la calle (si es que se los volvía a ver) en las manifestaciones, o en actos muy concretos por fechas señaladas (como el 14 de abril o el 11 de septiembre). 

Esta es la cara de la moneda, y la cruz lo fue el movimiento 15-M. Vimos como las masas salían a la calle, llegando a acampar para alargar las protestas, de forma completamente espontánea. Pura acción del pueblo, y grandes asambleas abiertas a todos, pero desgraciadamente no existía ningún marco teórico que le diera fondo al movimiento, ni tampoco quería tenerlo. El movimiento en sí en sus inicios se diluyó ahogado en su propia pluralidad, pero dejando un referente y un gran legado respecto a lo que significa la lucha en la calle. Por fin se dio el primer paso y se demostró que salir a la calle siempre es útil.

Pero las dos tendencias no nos son útiles enfrentadas, sino más bien al contrario: deben ser dos caras de una misma moneda. Teoría sí, pero acción también. Como decía Cayo Lara en la entrevista que ha ofrecido esta mañana en TVE1, la PAH y demás asociaciones ciudadanas han logrado generar un tejido mobilizador que está acercando la democracia al pueblo, pero eso no significa que tengan que materializarse como partidos políticos como les recomienda repetidamente la derecha. Y de hecho, los partidos del poder a menudo repiten como loros la misma descalificación:

- ¡Menos hacer tanto el imbécil y molestar! ¡Si queréis cambiar las cosas, formad un partido y presentaos a las elecciones!

Como siempre, la clase política demostrando su mediocridad y total analfabetismo respecto a qué es verdaderamente la democracia. Pero, ¿quién dijo que ellos fueran la solución a nada?

Así, las asociaciones y plataformas ciudadanas son la acción, y los partidos son la teoría. Pero los partidos deben sumarse a la acción, y las asociaciones y plataformas aceptar que existe la teoría. Porque ambas corrientes aisladas no logran nada, pero unidas son el motor del cambio que nos puede traer una verdadera democracia.

Porque, como siempre digo y repito, ellos no nos la traerán. Tenemos que crearla nosotros mismos.

Necesitamos grandes teóricos, pero también hombres de acción.

ECG.

lunes, 20 de mayo de 2013

¿El fin de la izquierda? ¿O el inicio?


Si entrevistamos a personas por la calle al azar, y les preguntamos por sus ideas, seguramente si preguntamos a alguien mayor de 40 años se definirá con conceptos como "socialista" o "conservador". En cambio, si preguntamos a alguien joven, se definirá con términos más del estilo "de izquierdas" o "de derechas". Así al menos nos lo indicaba un estudio del pasado mes de enero en ElDiario.es: La ideología de la generación perdida.

Y eso se debe a que si un adulto se autodenomina como "socialista", seguramente será un socialdemócrata votante del PSOE, pero si esa autodenominación la hace un joven, seguramente nos hallaremos ante un votante de una candidatura minoritaria de ideología más purista. Los conceptos cambian, pero las personas son las mismas, y las bases de lo que se plantean siguen siendo también las mismas.

Pero el problema hoy día es que es muy complicado discutir sobre la problemática actual sin posicionarse en alguno de los "dos" bandos (si es que aceptamos esta simplificación), y a menudo los "discutidores" profesionales ya tienen argumentos prefabricados listos para ser usados, a menudo descalificaciones hacia el otro. Y pese a que hay descalificaciones similares hacia el propio bando, a menudo éstas se obviarán o se verán como cuestiones menos graves que la del contrario.

- ¡Los de tu partido son unos chorizos!
- Bueno, los tuyos también tienen imputados
- ¡Eso todavía tiene que demostrarse, todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario!

- ¡Vuestro candidato no puede ponerse en la piel de un asalariado que no llega a fin de mes con todo el dinero y el patrimonio que tiene!
- Bueno, el vuestro tampoco es que se muera de hambre
- ¡Lo que él tiene podría tenerlo cualquiera con un poco de dinero!


Y así hasta el infinito. El ejercicio del "y tú más". El eterno partido de tennis que no lleva a ninguna parte. Independientemente de quién gane el set, los ganadores son siempre los mismos, y vemos cómo en el teatro electoral partitocrático se rien de nosotros mientras algunos se emperran en intentar demostrar que los otros son peores.

Pero esta circunstancia por descontado que no es nueva, y obedece a una dinámica que viene de muy largo. Y la corrupción de la política profesionalizada por descontado que tampoco es algo nuevo, ya que viene de muchos años atrás. Pero ahí viene otra frase fácil de escuchar hoy día.

- ¡Pero qué revuelto está todo! ¡Pero cuantos ladrones y sinvergüenzas! ¡Antes no estaba todo tan mal!

Por descontado que lo estaba. Pero el problema viene precisamente de que muchos estaban teóricamente bien, o creían estarlo, y por ello no se preocupaban de que nos robaran o de que fueran unos ladrones.

Es toda una conjunción de cosas. En los últimos años, a la crisis económica y social se ha sumado la efervescencia de las redes sociales. Hace 10 años era impensable que una foto de una agresión durante una manifestación, segundos después de que esta sucediera, pudiera estar al alcance de cualquiera que tenga acceso a internet o un smartphone. Y esta información llega sin filtros de ningún tipo, sin ser explicada ni "refinada" por los informativos institucionalizados. El propio pueblo es el que informa al pueblo.

Muchos hablan de que el 15-M fracasó. La "izquierda" institucional en ocasiones llega a decir que "hizo daño", ya que "promovieron la abstención y facilitaron el retorno al poder de la derecha". ¡Menuda falacia!

Sólo hay que mirar a nuestro alrededor para ver la profunda huella que dejó el momento del 15-M. Miles de movimientos ajenos a la denominación partidista tradicional, como la PAH o los yayoflautas, actúan a diario y sin complejos, uniendo en sus filas a gente de muy variadas ideologías y sensibilidades, quedando unidos una causa común: que somos los de abajo, y combatimos a los de arriba.

¿El fin de la izquierda? Eso nos repiten los de la falsa izquierda que, usando su simbología y su retórica, se han acomodado en el poder, convirtiéndose en parte del problema en vez de ser la solución que supuestamente deberían ser. Los partidos tradicionales de "izquierda" pierden votos en desbandada, y los de la "derecha" tradicional también, pues muchos trabajadores sin estudios con sueldos muy altos (que eran los que nutrían de votos al PP y demás) ahora se han topado de caras con la realidad, y se han visto en el paro con hipotecas de más de 1.000€. Muchos que creían estar viviendo "el sueño español" y que disfrutaban de la "España del PP" han despertado de su "sueño", y se han dado cuenta de cuál era el verdadero problema.

Por fin oímos criticar abiertamente los abusos de poder de la clase política, sus salarios y dietas desorbitados. Por fin se dice sin manías que la ley no es igual para todos, y por fin el pueblo se atreve a leer sus propias noticias, y a desconfiar de lo que recibe por los medios tradicionales o de lo que dicen los grandes partidos.

Pero ahora, la descalificación en las discusiones es otra:

- ¡Si no te gusta el gobierno, dame una alternativa!
- La alternativa es el pueblo.
- ¡Eso es demagogia!

- ¿Pero no ves que los políticos hacen lo que pueden?
- Ellos no están haciendo absolutamente nada. Es el pueblo quien se está mobilizando y está arreglando las cosas.
- ¡Eso es sólo tu opinión!

Pero quien quiera seguir descalificando la realidad, desgraciadamente está viviendo en una burbuja. Y ciertamente, en parte envidio a quien todavía puede permitirse pensar así, pues eso significa que los problemas de nuestra sociedad todavía no le han tocado.

No es el fin de la izquierda. Precisamente, es al contrario: por fin el pueblo ha entendido qué es necesario cambiar y quiénes son el problema. Y es cuestión de tiempo que empiecen a surgir soluciones de verdad.

La izquierda de verdad no ha hecho más que comenzar.



ECG.

jueves, 16 de mayo de 2013

El mite de la caverna


El filòsof grec Plató, un dels més grans pensadors de la història de la humanitat, tenia el costum d'utilitzar el llenguatge mitològic per tal d'explicar les seves aportacions filosòfiques de forma i manera que fóssin comprensibles per a la majoria de les persones. I "El mite de la caverna" és el més conegut de tots, ja que ens descriu una situació que pot veure's com de rigorosa actualitat.

Per a totes aquelles persones que no estiguin familiaritzades amb el mite, deixo aquí un resum. Al mite de la caverna, Plató ens demanava que imaginéssim una cova, a on hi havia uns presoners encadenats asseguts al terra, recolzats sobre un mur. Aquests presoners havien nascut i crescut allà, i l'única experiència que tenien del món eren unes ombres que veien a la paret. Aquestes ombres eren provocades per unes figures que passaven per davant d'un foc, essent transportades per uns personatges anomenats els sofistes. Aquests eren pseudofilòsofs contemporanis a Plató, que defensaven que no existia cap veritat, sinó que aquesta depenia de l'habilitat que posseïa cada persona per a defensar la seva opinió.

Els presoners, en tenir com a única imatge de la realitat aquestes figures, estaven convençuts de què no existia res més a la realitat que les ombres que veien a diari. A més a més, identificaven les veus dels sofistes com a veus pròpies d'aquestes ombres, de manera que eren incapaços d'entendre res que anés més enllà d'aquestes ombres. Tot i això, Plató ens plantejava la possibilitat d'alliberar algun d'aquests presoners, el qual es resistiria a abandonar la comoditat del seu presidi en un bon principi. Aquest presoner alliberat podria ser portat a l'exterior de la cova, al món real. En un principi, aquest presoner se sentiria enlluernat per la llum del sol, en no estar els seus ulls acostumats a llums tan fortes. Sentiria dolor, i tindria molta por, ja que no entendria el què el rodeja i ho veuria tot hostil. Però poc a poc, aquest presoner alliberat s'aniria adonant de què les coses que veia en aquest món exterior eren les coses reals, i que el què havia vist fins ara no eren més que ombres, reflexos, imatges vagues d'una realitat molt més profunda. I seria feliç d'haver descobert quina és la realitat.

Això sí, aquest presoner alliberat sentiria la necessitat de mostrar-lis aquesta realitat als seus antics companys de presidi, i per això seria natural que volgués tornar a la cova. Però quan el presoner tornés, els seus ulls no estarien acostumats a la foscor, i segurament caminaria de manera molt patosa quan tornés a la caverna, i amb tota seguretat ensopegaria. Així doncs, els seus antics companys presoners veurien a l'il·luminat com a patòs i inadaptat, i seria motiu de burla. Arribarien a veure'l com a una amenaça, o com a un mentider, i podrien arribar a l'extrem de voler-lo eliminar.

Aquest mite, que en un principi tenia la intencionalitat d'explicar la necessitat d'il·luminar al poble amb el coneixement de la realitat que hi ha més enllà del món sensible, pot aplicar-se perfectament a la realitat actual. Moltíssima gent viu encara encadenada a la cova, veient sempre el món a través d'imatges distorsionades que ens ofereixen els mitjans de comunicació al servei del poder, que són els nous sofistes. Aquí a Catalunya veiem com molts es limiten a la informació que els hi proporciona TV3 i La Vanguàrdia, i com qualsevol que gossi parlar de la veritat que hi ha més enllà d'aquesta informació és vist com a un inadaptat o com a un radical fanàtic capquadrat.

Certament, els presoners del mite de la caverna de Plató no notarien mai les seves cadenes si no gossaven moure's. I certament, molts que hem sortit de la caverna i hem vist quina és la veritat que hi ha radera de les ombres que ens projecten els nous sofistes de la classe política i l'oligopoli econòmic al qual serveixen, som vistos com a zumbats que és necessari ignorar.

Però aquests mateixos sonats en ocasions és necessari que no estem tan enlluernats per la llum de l'exterior, i ens atrevim a entrar una vegada més a la cova, adaptant-nos a la foscor, i aprenguem una altra vegada a observar les ombres amb les quals haviem conviscut durant molt de temps. Perquè és possible tornar a mirar-se les ombres siguent conscient de quina és la realitat de la qual han sorgit inicialment. I d'aquesta manera, no seria necessari que qui encara no ha sentit mai la necessitat de sortir de la cova ho faci, sinó que serà suficient amb que sigui conscient de què aquestes ombres que veu no són necessàriament la única veritat.

Perquè de totes maneres, hem de recordar que sortir de la cova implica un patiment inicial, i aquest patiment sovint pot disuadir a la persona que surti de la cova a explorar més enllà, i quedarien amb aquesta imatge com a única realitat que hi ha més enllà de la foscor, cosa que disuadiria a ningú altre d'intentar el mateix que el seu company.

Per això, el què necessitem no són tants d'il·luminats que difícilment sàpiguen arribar als presoners. Necessitem a coneixedors de la realitat exterior que també sàpiguen adaptar-se a la foscor del món de les falses ombres. Perquè hem de ser conscients que tant els encadenats com els il·luminats som persones amb els mateixos problemes i necessitats, i que no hem de jutjar-nos mutuament. Perquè els encadenats tampoc són nens petits que necessitin ser tractats de manera paternalista, i precisament això últim és el què més els disuadirà de fer cas als il·luminats.

I espero que us hagi agradat la meva reinterpretació i ampliació del Mite de la Caverna del grandíssim Plató, que si vivís avui dia, crec que es deprimiria una mica de veure què poc que ha canviat el món...


ECG.

miércoles, 15 de mayo de 2013

El malson dels contenidors (capítol II)


Sembla que la qüestió dels contenidors a la nostra ciutat és quelcom crònic. Ja fa cosa d'un any vam tenir el drama del tancament de contenidors de basura orgànica, molt mediàtic i que va portar molta cúa.

En aquells temps era representant del PRE i el meu mitjà principal d'expressió a la xarxa era el blog del partit. Se'm va donar la oportunitat de dedicar un article a la qüestió: "El "misteri" dels contenidors tancats". Però ara ja no escric en nom de cap candidatura quan vull parlar una vegada més sobre els contenidors, però ara no és perquè hagin estat tancats, sinó perquè sembla ser que havien de ser renovats, i no serà així.

Al darrer ple de dilluns vam veure com una moció per a renovar tots els contenidors de la ciutat va ser tombada amb vots en contra de l'oposició, i cada grup municipal va esgrimir diversos arguments en contra d'aquesta renovació. Cada grup tenia motius molt concrets per a no estar a favor de la renovació, però la votació clau estava amb el grup del PSC, el qual va afirmar (agafeu-vos fort) que els diners d'aquesta renovació podien destinarse a... millorar el clavegueram!!!

Però hi ha un petit factor que sembla que se'ls hi ha passat per alt, i és que aquesta renovació de contenidors no provenia únicament d'un presupost municipal pagat directament pels gironins i gironines. Aquest presupost per a la renovació provenia d'una subvenció de la Unió Europea, tot i que, com la CUP va assenyalar, aquesta subvenció correspondria a una part d'aquesta inversió, i la diferència vindria de les arques municipals.

Així doncs, ens hem trobat amb què l'ajuntament tenia uns diners d'Europa destinats a fer aquesta renovació de contenidors (que certament ja tocava), i resulta que després del darrer ple, el govern municipal haurà de retornar aquests diners a Europa, ja que no poden fer-se servir per a cap altra cosa. Més d'un (sociata) esgrimirà l'argument demagògic de què aquests diners es podrien aprofitar per a altres coses, però si et donen diners per a invertir en una cosa molt concreta, no te'ls pots gastar en el què vulguis. Però hi ha alguns a qui això els hi costa molt d'entendre.

Coneixeu tots el meu odi visceral (i en ocasions bastant irracional) a CiU, però ara he de dir que començo a estar una mica fartet de tant de partidisme per part de la oposició, especialment del PSC. El grup socialista de l'oposició, certament, crec que era perfectament conscient d'on provenien aquests diners i com es podien invertir, i si no ho era és que directament són més inútils que la primera llesca del pà bimbo. Tombar aquesta moció, per la seva part, ha obeït a un objectiu molt i molt clar: tocar els nassos a l'equip de govern. No ha estat així amb les argumentacions d'altres grups de la oposició, que van votar-hi en contra per qüestions de coherència i de principis, però no hi ha cap dubte de què el vot en contra del PSC era purament malintencionat.

El PSC encara no ha acceptat la seva derrota a les darreres eleccions municipals, i el seu objectiu ara és recuperar el més aviat possible l'ajuntament, que es pensen que és propietat seva. I per a això, han demostrat no tenir cap mena d'escrúpol ni de vergonya. Si cal tacar el nom de la ciutat obligant a que tornem una subvenció que ha costat sang aconseguir, doncs es fa. Tot sigui per a desgastar a CiU. Així doncs, els "socialistes" gironins ens acaben de demostrar que l'únic que els hi interessa és treballar pel bé del Partit, i no pel bé de Girona.

Des de fa temps podem veure a certa regidora del PSC, de la qual ara no diré el nom (una pista: el seu cognom recorda al nom argentí de les tortites), present als moviments socials de la ciutat. Òbviament que tota ajuda és agraïda, i a ningú se li impedirà que ajudi a la PAH i a les associacions de veïns. Però siusplau, que no ens prenguin per imbècils: l'objectiu mal disimulat d'aquesta bona senyora és recaptar vots. I mira tú... serà casualitat que aquesta mateixa regidora va ser la que va proposar en el ple que ens gastéssim els diners de la subvenció europea en "altres projectes sostenibles"? No crec!

El PSC ha tingut prop de 30 anys per a estar del costat de l'associacionisme ciutadà i de les organitzacions de veïns. I... oh! Sorpresa! Ha calgut que deixin de governar la ciutat per a que se'n recordin de què l'associacionisme ciutadà existeix, i de què hi ha problemes socials que cal solucionar. Ens prenen vostès per idiotes? I si després tornen vostès a l'equip de govern, arreglaran algun dels problemes socials que patim? O aprendran dels convergents i faran un "això avui no toca", amparant-se amb l'excusa de què no tenen prou  poder o majoria per a fer absolutament res?

Que no enredin a ningú amb aquest rentat de cara. L'autèntic poder fàctic a Girona no és CiU (un altre tema és a la resta de Catalunya, a on sí que és el poder a combatre), sinó que és el PSC. Per molt que portin la paraula "socialista" al seu nom, i que es facin dir representants de la esquerra moderada institucional, la veritat és que la seva aspiració única i exclusiva és manar. És tenir la "seva" ciutat ben controlada. Ells no són la solució ni l'alternativa: són el principal problema.

No ens deixem embaucar pels cants de sirena del PSC gironí. Que quedi molt clar qui són. I en homenatge al difunt Hugo Chàvez, li he de dir al PSC de Girona:

"No nos hagan creer que ahora están del lado del pueblo. Porque aunque se pongan una careta, siguen teniendo orejas de cochino, y siguen teniendo rabo de cochino, i siguen roncando como cochinos".


lunes, 13 de mayo de 2013

El tabú de la política


Actualmente nos encontramos a menudo con una situación considerada a priori incómoda. Dicha situación suele ir acompañada de frases del tipo:

- Lo siento, es que yo no entiendo de política.

- No hables de política aquí, puedes herir sensibilidades.

- Bueno, hablemos de otra cosa, porque a mí la política no me interesa.

Dichas situaciones se dan cuando alguien hace algún comentario relacionado con la situación en la cual nos encontramos, sobre los problemas sociales o sobre los fantoches que se hacen llamar nuestros representantes.

Y bueno... A priori, uno no puede entender cómo puede no entenderse de política, o no interesar la política. Es como decir que no se entiende sobre la vida, o como decir que no se está interesado en el tiempo que hace. Independientemente de que alguien diga que no le interesa si llueve o no, dicha persona se mojará si sale a la calle cuando llueve, y lo peor es que luego se quejará y se sentirá miserable por haberse mojado. Y pregunto, ¿no debería dicha persona haberse interesado por si llovía o no primero, y haberse prevenido cogiendo un paraguas o vistiéndose adecuadamente para las inclemencias meteorológicas, en vez de quejarse sin parar de que está mojado? La política existe, no es algo de lo que se pueda vivir apartado sin que afecte. Si no hacemos política, otros la harán por nosotros. Y esa es la realidad de lo que ocurre.

Sin embargo, existe un duro tabú social hacia todo aquel que opina sobre política. Es algo que por obligación nos hacen relegarlo a espacios destinados a ello, y muchos achacan a sensibilidades y a respeto el no hablar del tema. Y no deja de ser curioso que algo que a todos nos afecta sea un tabú.

Otra cuestión es que se confunda "política" con "partitocracia". Efectivamente, el error más común en nuestra sociedad es pensarse que la política se basa en conocer los nombres de todos los cargos que nos gobiernan, la trayectoria de sus partidos y la teoría completa de sus bases ideológicas. Y es la visión más común que se tiene sobre la "política", existiendo sobre ese aspecto una legión de periodistas que siguen hasta la última palabra que pronuncian los políticos profesionales, que escriben en secciones especializadas de los periódicos, que comentan en debates preparadísimos que llenan las mañanas de la programación televisiva, y que emiten sin parar mil noticias, muchas de ellas basadas en detalles de muy poca importancia, que así mismo se convierten en el pasatiempo favorito de muchos que se creen unos "gurús" de la política por estar al día de todo ese debate estéril.

Ciertamente, esa afición por la política profesional partitocrática me recuerda demasiado al mundo del fútbol. Vemos prensa y periodistas especializados que no paran de hablar de cada movimiento que hacen los clubs, los jugadores y sus directivos, dedicando páginas enteras a cosas de muy poca importancia, como rumores de fichajes. Y a la práctica, los hay que ni siquiera prestan atención a los encuentros en sí, que es realmente en lo que se basa el fútbol. Lo mismo ocurre con la política: es tan sólo la organización de nuestra sociedad humana, pero muchos quieren verlo como una compleja dialéctica partidista basada en teorías muy profundas y en valores muy elevados.

Yo pregunto, ¿qué relevancia tienen esos valores tan teóricos a la hora de legislar sobre los deshaucios? ¿Qué importa que alguien se considere demócrata transversal o patriota constitucional, si a la hora de recortar sobre servicios públicos que ponen en juego la vida de seres humanos no le tiembla el pulso? Toda esa enorme superestructura de inspiración "snob", al más puro estilo de las conversaciones de café de los clubs de caballeros londinenses, son algo meramente anegdótico, legitimador e intrascendente cuando se tiene en cuenta que lo que verdaderamente importa son las personas.

Pero desgraciadamente, ese elitismo de la política profesionalizada, con un sinnúmero de medios de comunicación a su servicio, ha logrado que, efectivamente, la política sea un tabú. Hablar de política es como hablar de religión, es algo que se reprime bajo la omnipresente excusa del "respeto por la sensibilidad de cada uno", y la fidelidad a las formaciones políticas es enfermiza y fanática, llevando a la mayoría de ciudadanos a obviar todos los terribles crímenes que cometa su partido contra los derechos sociales en nombre de unos muy nobles valores, en nombre del legado de un pueblo o de una tradición. Pero todos esos valores no tienen relevancia alguna a la hora de depositar un voto en una urna: estamos escogiendo representantes, y ciertamente, no demuestran ejercer bajo unos valores profundos a la hora de dedicarse a proteger sus cargos y los de sus congéneres.

Es por ello que debemos darnos cuenta de que la política en realidad es algo muy sencillo. Podríamos usar otra palabra para definirla, porque curiosamente cuando se habla de política pero se insiste en que "no es política" lo que se está citando, parece que el tabú desaparece instantáneamente. Pero yo creo que sería mucho más sencillo limitarse a olvidar que sea un tabú, y a ignorar el circo charlotesco de la partitocracia y la clase política profesionalizada, y dedicarse a hacer política de verdad.

Porque la política de verdad la hacemos los ciudadanos, cuando nos reunimos, llegamos a acuerdos, y tomamos decisiones. La hacemos en los ateneos, entidades, asociaciones de vecinos, partidos minoritarios, agrupaciones, y demás. Esa es la verdadera política, y esa es la verdadera mobilización, y no ser militante de una gran estructura profesionalizada a la que sólo le interesa tener muchos representantes y cazar votantes incautos.

Y si aprendemos que ésa es la política, nos libraremos del tabú.

Y a usted, caballero, ¿no le interesa la política?

ECG.

viernes, 10 de mayo de 2013

SYRIZA, si o no?


Es curioso, y no recuerdo ningún precedente, que se hable tanto de elecciones cuando en teoría todavía falta más de media legislatura por finalizar. Y lo más curioso de todo es que lleva hablándose de elecciones casi desde un día después de que el PP tuviera mayoría en las últimas elecciones generales. Y lo que es más curioso aún que todo lo anterior: pese a todos los problemas sociales que vivimos, pese a todo el percal que sale cada día en las noticias sobre la clase política, y un largo etcétera, el PP sigue teniendo mayoría en la intención de voto.

Esta cuestión podría analizarse desde muchas perspectivas, pero la tendencia política en España es compleja y muy simple a la vez. La cultura democrática en la sociedad es muy escasa, y el régimen en el que vivimos es completamente partitocrático, con un sistema representativo con muy serias carencias y limitaciones. Pero de todas formas, un régimen muy democrático no garantiza justicia social. Existen países latinoamericanos muy democráticos con una nula justicia social, y existen países europeos con democracias muy limitadas donde la calidad de vida es elevada y hay una justicia social considerable. Así que, pese a que el régimen poco democrático español es muy mejorable, lo cierto es que la raíz del problema se encuentra en la incompetencia total y absoluta de la clase política.

Ambos partidos mayoritarios han dejado de ser referentes sociales reales, y han pasado a ser simples "equipos" a los que animar. En los partidos "dinásticos" la militancia de base es decidida e idealista, pero sólo ascienden en sus estructuras de Estado quienes más velan por mantener el statu quo, que es curioso, pero suelen ser los más incompetentes. Y es por eso que en los últimos años muchos claman por la creación de una Syriza, como la de Grecia, para poder evitar que la derecha siga en el poder.

La experiencia de la Syriza en Grecia es digna de estudio y de ser considerada como referente, pero ni de lejos podemos comparar la situación política de Grecia con la nuestra, ni siquiera nuestras estructuras de partidos. Además, existe otra cuestión que a muchos se les olvida: que nuestro problema no es de izquierdas o de derechas. Es un problema de los de arriba, o de los de abajo.

Actualmente ha quedado demostradísimo que los términos tradicionales de izquierda o derecha en España ya no se aplican, y aquí en Cataluña tampoco es una excepción. Vimos cómo el gobierno tripartito en teoría era de izquierdas, y luego se aplicaron políticas descaradamente de derechas, o directamente no se hizo nada de nada. Vemos a los militantes del PSOE/PSC o de IU/ICV-EUiA participando muy activamente en el tejido asociativo y en las acciones de la PAH, pero cuando ellos estuvieron en posiciones de poder en diversas instituciones, especialmente ayuntamientos, no hicieron nada para cambiar las cuestiones legales sobre la vivienda y los deshaucios. Vemos que "la izquierda" está muy activa cuando no tiene el poder, pero que luego todo es dar largas y gestos de impotencia, achacando a que necesitan "más" votos. Nunca son suficientes votos ni suficiente representación, siempre necesitan más mayoría.

¿Una Syriza? Bueno, no me desagradaría, pero desgraciadamente no sería una solución a nada. Sería más una cosa simbólica y de placebo en vez de una solución real. No. No necesitamos que los partidos se junten en grandes coaliciones donde los pequeños tienen las de perder, y que a fin de cuentas son excusas para que el partido más grande de la coalición se cebe como un gorrino y acabe marginando a los demás, que acaban siendo relegados a simple comparsa. No. El cambio que necesitamos es otro.

El sistema no vale. Es más que caduco, y la ciudadanía ya no cree en él. Los partidos de izquierda mayoritarios están obsesionados con "educar" a las masas con más cultura democrática, en demostrarles que ellos pueden hacer las cosas, pero que necesitan los votos. ¿Y a nadie se le ha ocurrido que quizás es el pueblo quien tiene razón, y es la izquierda institucional quien no tiene las respuestas?

La ciudadanía está recuperando la consciencia, y ello se demuestra en la considerable movilización ciudadana que estamos viviendo. Las redes sociales hierven, y la verdad ya no se puede ocultar. La población empieza a saber de qué pie cojean los politicuchos que se dedican a robar, pero también saben quiénes son los que están haciendo algo por cambiar las cosas.

Y eso lo estamos viendo en el municipalismo, donde cargos electos que verdaderamente tienen que rendir cuentas a sus votantes, ya que se los cruzan a diario por la calle, independientemente de sus colores políticos, trabajan para el pueblo que les tiene expectativas puestas. Y esa es la verdadera política hacia la que estamos avanzando. Muchas organizaciones de izquierda minoritarias tenían muy claro que el municipalismo era la clave del cambio, y la realidad está dando la razón. El activismo de base es una realidad, y verdaderamente estamos viendo cosas útiles en los municipios. Así que la cuestión no es cambiar a los de arriba, sino mobilizar a los de abajo, y construir una sociedad nueva desde los ayuntamientos y las bases.

¿Syriza? Vale, ¿por qué no? 

¿Syriza = solución? Lo siento, pero definitivamente, no.

ECG.

lunes, 6 de mayo de 2013

No atribueixis a la malícia el què puguis explicar per la estupidesa


Existeix un ésser molt curiòs i especial. Una espécie dins de la humanitat que tots els seus especímens acostumen a seguir un procés evolutiu semblant, i acaben siguent subproductes irritantment similars.

Aquests éssers tan curiosos acostumen a venir de famílies de classe mitjana-alta, i anar a escoles privades o concertades. Sí, sí, aquestes que no acabem d'entendre fins a quin punt són públiques i fins a quin punt són privades, per les quals els pares paguen molts de diners per portar els seus fills, tot i contar amb un professorat que en molts casos no ha passat oposicions. I que tenen el lleig costum de posar molts de deures al seu alumnat, deures en molts casos inútils (ja que no van molt més enllà de fer-lis escriure durant molta estona) per a que els pares es pensin que treballen molt.

Aquests éssers, quan surten d'aquestes escoles, en molts casos arriben a la universitat, tot i que aquest capítol no és imprescindible (molts no tenen estudis superiors). I tot això, sense haver-se tacat mai les mans de treballar, pensant-se que això de tenir una feina és estar 4 hores al dia a una oficina familiar ordenant papers (i ja estar esgotadíssims per això). A la universitat, estudien carreres que en molts casos un no acaba d'entendre per a què serveixen, però que tenen noms que sonen molt bé.

I el més important de tot, després de fer tot això (sense saber realment què és treballar, anar malament de diners o haver de pagar-se un mateix els estudis), aquests éssers entren amb la política. I ja no surten mai més, a menys que despertin i se n'adonin de com van realment les coses.

Aquests éssers, que podriem anomenar "homo politicus", acaben conformant la nostra classe política. Han crescut envoltats de cotons, i es pensen que el món és un núvol rosa a on tothom ha viscut com ells. I els què no ho han fet, és perquè són uns vagos i uns "jetas".

Aquests éssers són els què s'atreveixen a dir que la gent vol la dació en pagament per a comprar-se un altre pis, que aprovar una llei retroactiva és de país bananero, que els aturats de llarga durada utilitzen l'ajut de 426€ per a comprar-se televisors de plasma, o que no comprenen què pot proposar la PAH a qualsevol mena de debat, ja que "què ha de dir una organització que només es dedica a aturar desnonaments i a fer escratxes". Aquests éssers són els què diuen que cal que la gent es dutxi amb aigua freda i es mengi els iogurts caducats, o que és l'hora de cobrar una miqueta menys i treballar una miqueta més.

Aquests éssers no és que ens prenguin per imbècils. És que els idiotes són, directament, ells. Però no intencionadament. És que no arriben a més. La seva vida s'ha reduït a tenir-ho tot arreglat des de bon principi, i si perden el càrrec polític que tenen ara no hi ha cap problema, ja que n'aconseguiran algún altre. Segurament de senador, o d'assessor (càrrecs que encara ningú ha entès per a què serveixen).

I tot i això, ells estan convençuts de què són "els escollits", que el poble els hi ha donat permís per a exercir lliurement el seu càrrec sense importar les conseqüències. Que la democràcia es basa en què ells, partits amb presupostos electorals descomunals i prohibitius (sovint arribats de préstecs bancaris), s'han guanyat "honestament" la seva posició, i que per tant, qui gossi posar en dubte que algú que ha sigut votat per menys d'un 30% de la població estigui legitimat, és un radical antidemocràtic.

Parlen en nom de la democràcia sense saber què és. S'atreveixen a legislar sobre els treballadors precaris sense saber què és treballar més de 9 hores diàries cobrant menys de 800€. Es pensen que els serveis d'urgències, nocturns o de caps de setmana arriben per art de màgia, ja que tothom s'ho passa bé quan és festiu.

I ara diuen que la renda mínima garantida farà que la gent no treballi. I jo pregunto, que ells potser no tenen una renda garantidíssima sense fotre un pal a l'aigua?

I també em pregunto... Quant de temps més hem de suportar que aquests éssers siguin qui ens representen? Per què tot i veure com són les coses i haver de patir humiliacions d'aquesta envergadura les enquestes encara donen majoria al PP? Per què segueix la gent votant polítics en comptes de votar gent que realment vol canviar les coses, i que sap què és viure amb menys de 400€ al més?

Desgraciadament, la resposta és molt senzilla: perquè la gran majoria de la gent no entèn què és la política, i es pensen que és com el futbol. Jo sóc de l'equip CiU, i sempre ho seré facin el què facin, i només vull que arribin les eleccions i que "guanyem". I a la taula em discutiré aferrissadament amb els què no siguin del meu "equip", repetint bestiesses que he sentit dir als del meu partit. I també perquè molta gent en el lloc d'aquests polítics faria el mateix que fan ells, i en realitat els envegen.

No podriem, doncs, deixar els colors per a l'esport, i discutir als bars sobre si és millor Cristiano o Messi, i a l'hora de votar fer-ho amb el cervell? Realment val la pena votar a la candidatura "tal" perquè aquests "ens portaran la independència" o "ens treuran de la crisi", quan els membres d'aquesta candidatura mai es posaràn a la nostra pell perquè mai han viscut com nosaltres?

Les qüestions supèrflues no valen la pena. El què val la pena és treballar amb persones al servei de les persones. I fer fora de les nostres vides als "homos politicus", que només saben viure del cuento i robar.

ECG.